LUNA ROJA

Más allá de sus leyendas, en cualquier caso no urbanas, y mitos recogidos en diversas tradiciones religiosas de otros tantos diferentes pueblos, está el fenómeno óptico y astronómico producido por el eclipse. Está la poética de la Luna llena, de su ciclo vital de 28 días, de su influencia en la vida cotidiana. Más allá de cualquier intento de conceder un destino tenebroso a la luna roja o de sangre como se le llama está la capacidad contemplativa que tiene el ser humano para fundirse con las energías cósmicas. La fuerza que nos mueve, mueve a la Luna porque todo está en movimiento aunque no lo parezca. Y esa fuerza, también, es femenina porque sus ciclos regulares son los menstruales de la mujer. No es una casualidad o un azar caprichoso sino un orden natural que en el ciclo biológico femenino esté presente ese patrón numérico, así como tampoco lo es su simbología asociada a la energía Yin según la filosofía del Tao y el principio de la Medicina Tradicional China de donde se in...