LA JUSTA MEDIDA

En la vida existe la medida de lo justo pero la cuestión estribaría en saber esa medida. Para ello se requiere de observación, reflexión, abstracción mental y distancia emocional, libertad interna, sabiduría en definitiva para determinar las acciones a emprender sea por activa o por pasiva para no llegar a que te cubra el agua por encima de la nariz porque, de ser así, ya te estarás ahogando. Nos ahogamos en un vaso de agua porque magnificamos nuestra desgracia o controversia, porque no hemos sabido actuar a tiempo para que el agua nos cubra hasta el ahogo o lo que es lo mismo por descuido o abandono de nuestros valores internos. Nos ahogamos porque entendimos que debíamos dar más de lo justo y necesario extralimitando nuestras fuerzas o capacidades sin sentarnos en la orilla a mirar el horizonte que teníamos por delante, a ver la profundidad de las aguas en las que nos íbamos a adentrar. Si alguien no sabe nadar es temerario que se adentre en aguas profundas. Reconocer los lími...