ALAS PARA VOLAR

Las alas, en el imaginario colectivo, son un arquetipo de libertad, de autonomía personal. Cuando vamos creciendo quién no ha soñado con convertirse en un ave que zurca cielos, que se eleva y se pierde. Se dice que es un signo de espiritualidad cuando, además, sueñas con determinados animales alados (p. ej águila, halcón...) de búsqueda, de elevación. Vamos creciendo pero cuando somos padres esas alas de libertad que pretendíamos para nosotros parece que ya no son válidas para la prole que hemos generado. La sobreprotección así nos lo indica. Progenitores que con su darlo todo y más, que con meter en la urna de cristal a su progenie, creen que están realmente posibilitando un desarrollo personal adecuado. Pues no -ciertamente- porque estamos imposibilitando, en realidad, que puedan tomar sus decisiones aunque sean con errores, porque estamos impidiendo su autonomía al pretender que, en alguna forma, sean como nosotros a cualquier precio o que no pasen por donde pasamos. Eso sí...