(MUJERES) SUPERVIVIENTES

Lejos de quedarme en la estadística da pavor oír y pensar que -aproximadamente- tres mujeres son violadas diariamente aquí en corruptópolis. Esto, en términos absolutos, es una barbaridad sin paliativos. 

Mujeres que pueden ser, nuestras hermanas, amigas, hijas, sobrinas, vecinas... Seres humanos sobre los que una panda de cavernícolas sin cerebro ejercen un dominio que, en ocasiones, no se hace directamente sino mediante la argucia de la sustancia que anula la voluntad y en la que por lo que se ve el machito de turno obtendría un placer por el abuso ya que, claro está, de otra forma es un impotente visceral. Individuos que se sienten heridos en su orgullo porque una mujer le ha dicho libremente no querer en ese momento tener relaciones, y puede que haya una parte del no que no entiendan con sus escasas neuronas funcionando.

Aquí no hay guerra en la que soldados (malditos) abusan sin más de mujeres sean menores o mayores al amparo de su uniforme, pero hay tipos que se monta la guerra por su cuenta a ver si caza una pieza cual depredador para obtener un trofeo sobre el que poder presumir luego con su manada en la que, de alguna forma, se convertiría en el macho alfa. El cerebro tiene nada más y nada menos que cien mil millones de neuronas pero me parece que a este tipo de gente no le funciona ninguna y ya es difícil.

Ahora, bien, la estadística no puede desviarnos del problema de fondo, estructural o de base que lo sustenta. El informativo te da la noticia y casi se queda en la cifra, eso sí con lamento de la situación. Y si observamos la situación social en general, a tenor de esa realidad, no es de extrañar nada la situación cuando hay un recorte educativo para satisfacer la orgía de deuda de otros entes, porque es en la educación donde está la base, el pilar de la conciencia. Pero dime con quién andas y te diré quién eres expresa un refrán. Yo, por eso, procuro estar lejos de malas compañías.

Educación desde abajo hacia arriba pero desde una perspectiva de transformación del paradigma, del modelo de relación hombre-mujer ya que esa idea del patriarcado arcaico, cavernícola, de propiedad y dominio de un género sobre otro, de un sexo masculino sobre el femenino, la transmitimos como un valor más sin que se nos mueva la pestaña. Y cuando expreso educación no ya solamente en el ámbito educativo sino en todos los frentes en la que se tienen que implicar todos los agentes sociales y políticos, instituciones todas sin excepción. Nadie puede echarse atrás permaneciendo al margen porque es un problema social que violen a una mujer sin más cada ocho horas y eso requiere de un esfuerzo mancomunado, colectivo además del individual, donde un simple comentario machista puede ser indicativo que ahí hay un violador en potencia porque subyace en su inconsciente esa jerarquía de poder. Porque abusar, violar, es un ejercicio de poder sin paliativos mediante cualquier artimaña o treta, sea como acción individual o grupal como los descerebrados de las fiestas de S, Fermín en Pamplona que se pavonean en sus móviles de la "hazaña". Todavía no están juzgados pero las pruebas les ponen en una situación difícil de justificar y el presunto inocente pasa a ser presunto culpable.

Esta no es una cuestión de autodefensa de mujeres sino de la sociedad en su totalidad pero, para ello, habrá que profundizar en los patrones culturales que mueven dichos comportamientos porque qué es eso de tú me provocas y yo me lanzo. El uso de la fuerza, como forma cultural, está muy extendido en cualquier situación y, además, con total impunidad y justificación con lo que no es de extrañar que un menor mame esa cultura de violencia desde pequeño a través de medios diversos, de canales de desinformación y alienación, y en eso está claro cuál es el papel de padre y madre. No es otro que el de cómplices si han estado mirando hacia otro lado repartiendo, además, roles diferentes según el sexo. A mí, que soy padre de dos hijas, no me valen las excusas si cometo el error de transmitir que su rol es el de sumisión, el de avenirse al hombre como "algo superior porque siempre fue así". No vale sin paliativos que sigamos permaneciendo impasibles -como en tantas otras cuestiones- mientras una parte de la sociedad, la femenina, está siendo ajusticiada en ocasiones impunemente.

Nuestra posición colectiva tiene que ser de compromiso total para erradicar esta lacra en la que una panda de zombis no saben obtener placer como no sea con violencia, lo cual quiere decir mucho de cuán enferma está la sociedad en sí misma que hace que una parte de ella, las mujeres, se sientan supervivientes de una brutalidad y "agradecidas" porque no las hayan matado.

Dedicar medios igual no es tan "caro" y si lo fuera tampoco pasa nada cuando la rentabilidad social es alta, pero eso quizá corresponda a gobernantes inteligentes y sensibles y no a otra panda de zombies cavernícolas...De lo que sembramos cosechamos.