CONOCIMIENTO NO ES SABIDURÍA

En una sociedad donde la banalización del conocimiento, disfrazado de supuesta excelencia, se ha instalado como una lapa en un mejillón es cuestión de pararse a pensar un rato que creo bien merece la pena.

Si nos damos una vuelta por instituciones académicas obtendremos un muestreo de cuál es la tendencia y sus posibles resultados en cuanto la contraposición saber-conocer. Desde hace unos años se fue imponiendo el conocer superespecializado, por demás atomizado por el que una persona no obtiene un reconocimiento social si no obtiene un título, léase Máster en el supuesto universitario aunque, permítanme, que lo de los títulos lo ponga yo en solfa por la propia dinámica social tan paradójica ella.

Un máster que te sirve para decorar una pared si acaso cuando vayas a modificar tu espacio y te apetece el interiorismo. Un título que te podría habilitar, primero, profesionalmente si tuvieses oportunidades pero ya que no las tienes al menos te queda el consuelo de sentirte alguien docto aunque sea trabajando en el super de la esquina. Pero es más porque lo doloroso es cuando descubres que aquello que estudiaste con tanto esmero siguiendo las directrices de tu profesorado estaba desconectado de tu vida, de la vida en general. No te enseñaron a crecer como persona de una forma integral, armónica, porque las personas no existen en las instituciones ya sean académicas o sanitarias. Existen los números de expedientes y poco más.

Entraste en la famosa "guardería", luego en el colegio ya con 3 años, ibas pasando de curso más o menos bien creciendo en lo físico como prueba palpable que el calzado con que iniciaste el curso ya no te queda bien cuando lo terminas, que tus gustos van cambiando, que conforme creces las hormonas se revolucionan y comienzas a definir tu sexualidad pero, paralelamente, vas asimilando el patrón cultural heredado sea familiar o social del entorno. Un patrón cargado de violencia, individualismo, de lenguaje sexista pero, también, de banalización del saber y el hacer ya que te dicen que tienes que ser competitivo como si esta palabra fuera una religión a la que hay que adorar cuando sabemos -o debiéramos saber- que competitivo no es igual a ser competente y que, quizá, rara vez alguien "competitivo" según el canon neoliberal será alguien competente de verdad, conocedor de profundas verdades humanas. No, en absoluto de forma radical.

Al banalizarse el conocimiento compartimentado de forma estrecha, lineal, ortodoxa, contrario al espíritu del saber antiguo holístico, profundo, interdisciplinar, ya que por lo visto puedes saber mucho de huesos, tendones, músculos y poco de filosofía, nada de astronomía, y no digo nada en materia de lingüistica o historia reciente. Y es que la historia y la filosofía tienden a ser un museo para nostálgicos porque alguien -con pocas luces y mucha intención oculta- quiere enterrar la memoria y desarraigar el pensamiento profundo del sustrato del ser humano. No son asignaturas "competitivas" que puedan darte de comer porque no se lleva ya que lo suyo es que te dediques a estudiar la forma de robar con sutileza, provocar una estafa bancaria de cuidado, tejer redes de blanqueo de capitales en paraísos fiscales (todo muy legal, eso sí), defender lo indefendible, enseñar sin creatividad alguna y con pocas posibilidades de salirte del tiesto oficial. 

Me da una mezcla de pena y rabia comprobar el escaso bagaje cultural con el que alguien con estudios universitarios es incapaz siquiera de saber leer una nómina, conocer sus derechos laborales futuros, los mecanismos de explotación propios de la vida que te vas a encontrar cuando tengas que trabajar por una miseria en el burguer de turno diciendo gilipolleces de marketing de diseño, o te veas monísima trabajando vendiendo perfumes con una sonrisa impuesta. Y si alguien te pregunta quién eres realmente que no sepas responder y te quedes pensando porque nunca te paraste a pensarlo realmente, porque te alejaste de tu verdadera esencia estudiando sin ton ni son, porque creciste sin saber a qué viniste a la vida y por eso te dedicas a bebértela los fines de semana, y por eso hay quienes cobran para no enseñar más que lo superficial porque lo profundo no interesa, y que si dices que quieres saber de verdad puedes que te encuentres con la respuesta que aquí se viene a aprender y aprobar, más de lo segundo que de lo primero porque para saber ya irás teniendo tiempo. Tiempo que a algunas personas no les llega porque murieron en el camino sin haberlo intentado siquiera... Conocer no es saber pero saber sí es conocer y si supiéramos de verdad no tropezaríamos dos veces en la misma piedra. Por eso el mundo está lleno de ignorancia...