ABRIR CAMINOS


Abrir caminos en medio de dificultades incesantes, de obstáculos, desafíos y retos ¿quién dijo que fuera fácil? Esta es la vida misma, la que nos da la oportunidad de realizarnos anteponiendo una parcela de felicidad, a través de la realización personal integrando experiencias, al resto de consideraciones en ocasiones con apariencia de ser algo serio...
Abrirse camino no es fácil, abrir caminos para que otros puedan verlo es aún menos fácil todavía porque ahí ya no solo luchas contra tus demonios interiores sino contra la ignorancia ajena bajo distintos ropajes. Eso ocurre con quienes vemos la vida desde una perspectiva diferente, ni mejor ni peor, pero que puede abrir en canal a la propia dificultad para atravesarla y desnudarla para hacer comprender que puede que no exista tal dificultad más que en la propia percepción, en el propio autoconcepto de quien la vive que la convierte en una muralla infranqueable, en un imposible. Abrir caminos tiene la marca de la ruptura, la trae grabada a fuego y en la que se dice traigo algo nuevo, distinto, que puede ayudarte a mejorar tu relación con tu propia vida, contigo y con los demás pero no lo comprendes y te inquieta que alguien pueda ser autodidacta, que pueda ver más allá de tu propia visión, que se introduzca en tu mundo interno para descodificarlo y ante esa desnudez rehuyes la mirada, la conversación y puede que hasta la compañía. No quieres ver que en la mirada ajena descargada de interés personal egoísta puede existir un camino trazado que la sabiduría te puso delante para que, en estado de alerta, pudieses vislumbrarla porque quien se muestra ante ti antes pasó por el vacío, la oscuridad, la depresión, la nada... Antes de tener no tuvo, antes de decir había enmudecido, antes de poder bendecir había maldicho porque su camino había sido equivocado.
Abrir caminos con propuestas innovadoras no está reservado a poca gente sino que son pocas personas quienes se atreven a recorrer ese sendero de inanición para que resplandezca la luz al final del túnel, para que puedas caminar sobre las aguas, para que vadees un río sabiendo que tú tendrás que mojar tus pies también. Quien abre caminos no pesca para otros sino que hace redes para que otras personas puedan pescar si su libre albedrío se lo permite.
Abrir caminos puede ser la mayor recompensa moral de quien se atreve si es consciente que no puede esperar comprensión o buen entendimiento. Tendrá que tejer su propio hilo con los medios y recurso que la vida le dio porque son esos dones, justamente esos, los que debe poner en marcha para decir que estás en ese camino haciendo de explorador...

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