ROMPIENDO TABÚES (prohibida la ignorancia)

El tabú es una prohibición devenida, fundamentalmente, de prejuicios y, por ende, de la ignorancia. Está prohibido ver, tocar, hablar de algo o sobre algo o alguien bajo un manto de silencios impuestos o cómplices. Sucedió y sucede en una humanidad que da la espalda al conocimiento, al saber, a la evolución como especie. Pero en todos los tiempos ha habido quien se atrevió, no sin riesgos para su integridad, a romper tabúes del signo que fueran. Casi siempre se asocia con el sexo pero no necesariamente es así. Tabú era hablar de las sufragistas reivindicando el voto femenino en los albores del S. XX, tabú era hablar de fenómenos paranormales, tabú resultó la alquimia y las mujeres condenadas por ello a la hoguera bajo el estigma de la brujería, tabú era y es mirar a una mujer según dónde, tabú es comer cerdo según qué creencia. Tabú fue hablar de Cristo recién muerto pero aún hoy tabú es cuestionar que muriera como dicen, cuestionar todo lo escrito sobre un personaje del que no se sabe nada como habitante de este planeta y los romanos bien que lo escribían todo... Tabú, a día de hoy, es hacer un chiste gráfico bajo el riesgo que te acusen de delito contra los sentimientos religiosos pero luego esos mismos que te acusan y condenan son los primeros en largar improperios poco recomendables reproducirlos aquí.

El tabú, en realidad, es un arma de doble filo para el sometimiento de la gente bajo el miedo a romperlo. Es una figura de temor, miedo, que hace posible que si lo rompes te rechacen o te miren raro cuanto menos.

Las mujeres comenzaron a hablar de la menstruación como regla tan cotidianamente que rompieron el tabú que no se podía hablar abiertamente de ella, también rompieron el tabú del desnudo solamente reservado a las prostitutas y comenzaron a ser objeto de deseo fotográfico, o desnudarse en playas donde antes el sol se tomaba casi con burka en Occidente. Pero los tabúes se reproducen como setas porque interesan que existan ya que de no ser así el pensamiento volaría más libre. 

Por eso es bueno que, también, los hombres rompan el tabú que nos impregna de no hablar de nuestros cambios a partir de los 50 en el que entramos en zona de andropausia, uno de los tabúes de hombres actualmente al igual que pudo serlo antes con la vasectomía que se negaban algunos por entender que perdían la virilidad. Nada más lejos de la realidad.

Tengo 61 de edad, vasectomía hecha de hace 24 aproximadamente, y siempre hablé abiertamente con mujeres y hombres de tenerla. En mi entorno rompí tabú. Pero ahora desde los 59 entré en la zona de andropausia sin que ello signifique mengua del deseo sexual. Nada más lejos de la realidad porque más allá de los 60 hay vida también, porque la vida no siempre fue primavera o verano. Ahora se están sumando médicos, sexólogos al debate porque, en realidad, hay que romper el esquema que lastró a la mujer, y aún parece persistir, que con la menopausia pierden más que ganan dentro de ese esquema tan dual y mercantilizado. La mujer, por encima de los 50, sigue siendo bella, conserva lo mejor si sabe hacerlo mejorando sus emociones, autoestima, confianza. Sentirse inservible porque la naturaleza actúa conforme a su ritmo es un contrasentido. Simplemente que la utilidad va a ser otra más allá de la paternidad, maternidad, más allá de echar cinco polvos salvajes. 

La sociedad se pone a prueba a sí misma siempre desde un prisma de ignorancia, estrecho, de visión lineal olvidando o no que las relaciones serán desde la complementariedad de opuestos. Hay que romper tabúes y hablar claro sobre lo que otra gente no quiere hablar, atreviéndose directamente y así sucede cuando le dices a una persona más joven que tú del sexo opuesto si sabe de la andropausia te dice que nunca oyó hablar de ella.

Hablar y manifestar síntomas, maneras de relacionarse, contribuye a la verdad más honesta. Que nadie pretenda enterrar a un ser de más de 60 porque entienda que ya el deseo no es cosa suya porque entonces se equivoca de plano y de planeta. Si antes se rompieron tabúes, hay que seguir en esa línea de desarmarlos porque no tienen base humana ni divina tampoco sobre todo cuando el budismo no lo inventó Buda, ni el cristianismo Cristo...Prohibida la ignorancia