CUATRO LUNAS

Cuatro lunas es un ciclo lunar completo en sus fases nueva, creciente, llena, menguante pero es la alegoría de vidas en un mes, lo que puede acontecer en ese ciclo desde que nace hasta que muere. En su sentido amplio pero, también, específico las cuatro lunas últimas han marcado muchas vidas, la propia y las cercanas y quizá alguna no tanto de cercana.

Lunas de agitación, zozobra, inquietud, tormentas, dudas, coraje, compromiso, inteligencia, luz en la tiniebla. Lunas donde lo que nacía a una hora en un tiempo cronométrico muy corto se esfumaba como la niebla al amanecer, como el humo con el viento. Donde nada ha sido seguro, estable, razonable, donde todo se ha puesto en jaque a merced de los acontecimientos ajenos unidos por el destino a a la metáfora propia. Cuatro lunas que el tiempo determinará si han sido para olvidar o para su contrario porque el aprendizaje habrá que digerirlo lenta y pausadamente. 

Ha habido de todo lo que una mente convencional es incapaz de razonar que pueda suceder tan seguido y sin tiempo a reaccionar en el que cualquier parecido de la ficción con la realidad queda a la altura de un felpudo. Y las mentes convencionales, a día de hoy, igual no serían tan capaces de sobrevivir emocionalmente a tanto infortunio seguido, a tanto trajín y controversia, a tanto inconveniente, a puertas que se cerraban pero cuando veías una luz decía por ahí entro yo y cuando entrabas alguien se encargaba de cerrarla.

Es el aprendizaje de quien quiere ver más allá de las apariencias, el de quien quiere ver con los ojos del corazón tiene que saber que lo que ve no es lo que parece que lo que parece en realidad puede ser tu imaginación y que ésta te delata porque manipula la verdadera realidad, pero que la realidad que ves la estás padeciendo crudamente, con escarnio, sin que puedas hacer más que aguardar las señales de un Universo eterno e infinito cuyo ritmo es paciente, sosegado, sabio, que te llama al sacrificio recordándote que para alcanzar lo lejano debes renunciar a lo cercano aunque ello conlleve situaciones que ni imaginas. Entonces te acuerdas de relatos bíblicos o de otros escritos y caes en la cuenta que esas historias son las de la humanidad en aras a su propia evolución y crecimiento espiritual. 

Las cuatro lunas marcan un antes y un después en tu ritmo de conocimiento, de sabiduría, en tu propio crecimiento. El aprendizaje ha sido brutal porque el cierre de ciclo lo ha sido también, algo vaticinado en alguna medida pero no hasta el punto experimentado. Algo muere y algo nace resuena en mí porque es una verdad inmutable, eterna, que nos muestra la vida en su devenir. Nada más cierto que esa sucesión para comprender que no somos nadie ni nada, simples partículas engreídas dentro de un Universo en constante movimiento y cambio.

Así es como experimentamos si somos conscientes, desde la capacidad de adaptación o naufragio si no lo hacemos. Así es como se han ido sucediendo estas lunas con su imparable ciclo natural. Hay quienes pueden verse abocados al suicidio en situaciones de ofuscación, de luna nueva donde nada ves por la noche, de eclipses totales, si no son capaces de confiar en la luz de la sabiduría interna, si no son capaces de confiar en salir de ese túnel. Sobrevivir a un tsunami de emociones no es fácil, hay que estar avezado y aún así, repito, nada sabes y menos si consideras que sí porque entonces mal camino llevas. Sobrevivir a ello es volver a construir desde abajo removiendo cimientos, asentándolos firmemente, con nueva gente, ambientes, ilusiones renovadas, proyectos por cumplir porque no viniste a peinarte el pelo o cumplir con las órdenes de otros. Pero todo lo que yo pueda expresar aquí no se puede comparar con el plano vivencial en el que hasta lo que crees perder puede cobrar sentido para lo que puedes ganar porque sales renovado como si de una transfusión general se tratase, como si una regeneración celular hubiese tomado tu vida. Pero las transformaciones positivas pueden venir tan certeras como los infortunios a poco que actives la magia que habita en ti, a poco que no cejes en el empeño porque detrás de la puerta alguien está esperándote para darte la bienvenida a tu nueva etapa que se sucederá con otras lunas pero eso lo vamos a dejar para otros momentos porque estos ya tienen las suyas con sus caras ocultas...