Y MIENTRAS TANTO...




Un acontecimiento podrá ocurrir o no y uno no tiene más que, en ocasiones, una certeza interna que ocurrirá si los astros están debidamente alineados porque, de lo contrario, en el campo de la probabilidad matemática puede ser que el resultado sea desfavorable sobre todo si al acontecimiento o suceso (en términos generales) le aplicamos la cuántica que trasciende espacio y tiempo. O sea que como el espacio y el tiempo son curvos (y no lineales) se nos puede ir al carajo cualquier conjetura de futuro. En eso ya tengo un pequeño máster.
Pero lo hermoso de la vida es que fluye y uno debe hacerlo en esa corriente de energía de lo imprevisto adaptándose al devenir, sin ansiarlo, para que no produzca decepción quizá más que la justita por aquello de sentirnos humanos. Y la vida es imprevisto y cuando se vuelve demasiado previsible entonces su música es monocorde, casi sin tonalidad. De ahí que uno haya de impulsar, también, sus propios cambios porque en el cambio está la evolución si es para mejorar obviamente. Y mejorar es volver a sonreir, a sentir pasión, a dinamitar lo obsoleto, es caminar firme, es saborear lo que te comes o bebes... Mejorar es volver a sentirte a tí mismo sin dependencias o las justas por aquello de las interrelaciones. Y justo en ese ínterin o proceso de transición hay un mientras tanto o entretanto, un tiempo en el que puedes perderte por desubicación, sentimiento de desarraigo, por negligencia y caer en el sopor de un sueño prolongado de plomizo verano que espesa hasta la neurona más vivaz. Ese entretanto es lo que llamamos espera a que "eso" ocurra. Una espera que no puede ser pasiva, lánguida o impaciente, sino activa, creativa, serena, paciente y de vista al horizonte cargado de energías renovadas, de visión clara y profunda del camino a seguir quizá con la meta reenfocada. Y cada paso que das, cada día que te levantas, interpretas tu inconsciente, tus sueños que te traen noticias de lo que está configurándose aún informe pero cobrando vida. 
Ese mientras tanto, después de muchas esperas en mi vida, he terminado por asimilarlo a un período de avance en mi propio crecimiento personal. El tiempo de pisar barro pasó porque cuando sale el sol te quedas bloqueado sin poder andar por el barro seco. Así que aprendí a sacudírmelo bastante rápido, a dejar atrás lo que daña, a interiorizar un saber muy antiguo que te recuerda que cuando algo muere algo nace simplemente porque la vida, en su fluir, es un continuo proceso de construcción-destrucción, de muerte-resurrección. El período intermedio entre lo que muere y lo que nace yo lo llamo mientras tanto cuya suma de momentos siguen siendo gotas de vida...

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA VIDA ES UN TANGO

CUANDO ALGO MUERE ALGO NACE

FOLLAR MÁS, JODER MENOS