VIDA RENOVADA



La vida, aunque no lo parezca, renace diariamente porque está en constante movimiento. Es un misterio de puertas abiertas que si las cerramos ahogamos el flujo vital que puede estar llamando ya en nuestro umbral.
La vida, en realidad, igual ni sabemos lo que es pero, al menos, debiéramos intuir que renovarnos en ella es modificar nuestros patrones de conducta, pensamiento y sentimiento, dar un paso más allá de lo que podamos hacerlo para saltar al vacío y comprometernos con nuestro yo interno. 
Cada flor que se mantiene hasta que se marchita se abre y se cierra en función de su ciclo natural. Unas se abren al amanecer y otras al caer la tarde mostrando cada cual su propia belleza, exhibiéndose para el deleite visual y, en determinados casos, olfativo. Y así cada día que cumplen con el ritual de su ciclo lo ordinario puede convertirse en extraordinario. Cada día se renueva su existir aunque su marchitar sea imparable al igual que la decrepitud humana por mucha crema y tinte que nos pongamos para disimular los surcos en la piel o la nieve en el pelo.
Y hay una mejor forma de renovarse cotidianamente lejos de la imagen física que podamos proyectar que es la de la confianza, la alegría de vivir, la esperanza que nos carga de ilusión y fuerza para seguir en el camino. Sentirse joven no es igual que aparentar ser joven. Puedo comprarme ropa y todo tipo de complementos muy cuquis en tiendas de moda pero luego mi espíritu va envejeciendo a pasos agigantados cuando se mantiene cerrado a los cambios, resistente a abrirse como esa flor cuando le llega su turno del día para dar la bienvenida a lo nuevo. Porque lo nuevo viene pero también podemos buscarlo tirando de imaginación, de lanzarnos a retos y desafíos sobrevenidos en un momento de inspiración.
El simple acto de reinventar un documento para adaptarlo a otro tipo de circunstancias y personas ya es un reto que te invita a lo nuevo dándole salida a tu creatividad. Es como reciclar un mueble, una ropa. Le das otra utilidad pero sigue vigente. Renovamos enseres, objetos sin pararnos a pensar que la primera renovación nace en el interior de uno. Ahí nace y ahí muere también lo viejo.
Lo viejo lo dejamos partir, le decimos adiós sin dolor pero que si duele pues algo balsámico.
Cada cual tiene sus propias historias de renovación que, además, no las hay si antes algo no ha muerto pero solamente cuando algo muere algo nace. Si entendiéramos esto de forma precisa nos alegraríamos de cada paso hacia la renovación porque eso implica desprendernos de aquello que no nos es útil de un lado, y de otro abrirnos al cambio de ciclo donde, obviamente, todas las posibilidades siempre están abiertas. Pero, claro está, uno apuesta por la suma de situaciones y personas, por la suma de ideas positivas. Y en esas estamos, o debiéramos, para hacer que nuestra vida progrese. Cuando interiorizamos que todo cambia, que todo está en movimiento y fluye, que nada se retiene, entonces probablemente tendríamos menos dolores de cabeza, menos estreñimientos y menos malhumor ya que, como dice la expresión, al mal tiempo buena cara.
Vida renovada siguiendo la máxima de renovarse o morir ya que hay mucho ser muerto en vida, zombis caminando sin rumbo, gente sin perspectiva que lo fía todo a la ganancia o la pérdida económica cuando, en realidad, nada trajimos a la vida y nada nos llevaremos. O mejor vinimos con sabiduría que fuimos extinguiendo en nuestro devenir y si algo nos llegamos que sea siempre mucho amor porque sin éste puedo asegurarte que no hay vida que se renueve y permanezca eternamente.



Comentarios

Entradas populares de este blog

LA VIDA ES UN TANGO

FOLLAR MÁS, JODER MENOS

CUANDO ALGO MUERE ALGO NACE