FIEL A MI








Si algo he aprendido en estos últimos 5 años - muy difíciles para mí- ha sido ser fiel a mí mismo que es con quien tengo que llevarme bien. No estoy obligado a ser fiel a nadie más salvo por el principio de lealtad, compromiso, solidaridad. Cualquier punto de partida en un camino es el de uno mismo porque sin ese punto inicial no entenderemos nuestras metas. Y sin metas no hay sueños, ilusiones, sana ambición, esfuerzo.
Durante mucho tiempo creía que la fidelidad era hacia otra persona más que hacia mí y mis propios sentimientos y pensamientos. Enajené mi personalidad, me entregué a causas ajenas por mor de un falso concepto de la fidelidad que, generalmente, solemos asociar en el contexto de la pareja, la supuesta amistad etc. Y pasan los días, meses, años, sin que yo haya visto un atisbo de fidelidad recíproca en una relación asimétrica. Entonces la vida comienza a darte collejas para que espabiles, que recapacites, reflexiones, corrijas y modifiques los parámetros existenciales, los patrones culturales. Inicias un camino pero no sabes muy dónde te va a llevar. Caminas a ciegas, te rodeas de gente que no te aporta simplemente porque no sabe quiénes son tampoco o reniegan a conocerse. Y así entregas tu fidelidad hacia afuera malentendiendo tu camino, la senda que debes seguir.
No hay mayor deshonestidad, mayor traición que la de hacerlo con respecto a los principios, valores, pensamientos, sentimientos, razón de ser, naturaleza o esencia del ser que es uno. Una deshonestidad altamente inconsciente sino dependiente de la aprobación de las otras personas, de las que luego mismamente desaparecen sin dejar rastro creyéndose con el derecho a hacerlo cada vez que les venga en gana, de las que en su estrecha mente y concepción de la vida no caben otros planteamientos que no sean lineales cuando la realidad es curva, poliédrica, multifactorial y multidimensional. Pero la deshonestidad personal hacia el sentir profundo también tiene su punto final igual que tuvo su inicial. El punto de la consciencia que da la necesidad de abrirte a nuevas experiencias, a conocer más allá de lo que te enseñaron, a saber más de lo que te explicaron, a creer más allá de lo que intentan demostrarte viendo con el corazón y no con los ojos de la cara. Ese punto de consciencia hace que vayas reflotando de tu interior una parte sumergida en aguas a veces turbulentas, movidas. Que vayas adentrándote en caminos adyacentes, laterales pero no el trazado por el que debes pisar para no desviarte. De eso se encarga, y mucho, todo nuestro bagaje de lo aprendido pero que debemos desaprender cuando acotamos el concepto fidelidad a una relación además tóxica sin que te hayas percatado de ello haciendo que cualquier posibilidad de plenitud se ahogue en el intento cuando se encierra en un círculo vicioso o viciado. Y llega el punto en el que a uno le sientan muy bien las rupturas de esquemas que la vida te va planteando sin necesidad que nadie te los voltee aunque la vida te los presenta desde tus propias o experiencias o desde las ajenas si eres capaz de aprender de ellas. Y ahí comienzas a darte cuenta, en medio de una gran tormenta vital, que no puedes plantear la fidelidad como algo abstracto hacia alguien externo sino como algo concreto hacia ti, hacia tu ser interno. Me quiero, me reconozco y acepto cual soy, me libero de ropaje hipócrita, de sentimientos contradictorios, conecto con lo que amo y con quienes amo y entonces la vida va fluyendo en la dirección más correcta. El compromiso está con uno no hacia nadie donde enajenamos nuestra esencia. Soy un árbol que tiene y da su propia sombra sin esperar la de otros árboles. Cuando nos damos cuenta de ello y lo vivimos entonces experimentamos la razón de ser libres, de ser espíritu indómito, creativo, innovador, que quiere, ríe, sonrie, abraza, besa, camina solo sin cargas sin entregarse a distracciones innecesarias ni perder de vista el horizonte porque sabe que cada paso dado le llevará donde quiere. Definitivamente no voy a salirme del ser que soy, no voy a renunciar a mis principios de justicia, solidaridad, igualdad, cariño, afecto, amor, empatía ni tampoco a plantarme aunque suene antipático o rompa expectativas. Total yo no vine a cubrir las de nadie sino las mías y me cuesta. 
Cada día aprendo y doy gracias por ello. Aprendo a aprender, a quererme y a querer, aprendo a observar, pero sobre todo a ser yo mismo que es la más alta fidelidad que podemos exigirnos...

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA VIDA ES UN TANGO

CUANDO ALGO MUERE ALGO NACE

FOLLAR MÁS, JODER MENOS