CONCIENCIA EMERGENTE

 



Entiendo por conciencia emergente aquella que está despertando del letargo, del sueño, de la narcolepsia causada por las vanas ilusiones que inundan nuestra existencia con engañosas promesas, con proclamas falaces como que vivimos en democracia sin cuestionarnos sobre la corrupción sistémica que nos asola, del marketing existencial donde eres feliz si consumes tal o cual producto o de tal o cual forma, de los modelos relacionales, de los sentimientos de culpabilidad, del odio esparcido hacia el diferente sea gay, lesbiana, trans, negro o practicante de cualquier religión distinta de quien siembra ese odio, del miedo como verdadera arma de destrucción masiva que aniquila nuestra capacidad de reaccionar para ser libres...

La conciencia emergente, aún no totalmente despierta, ya pone en jaque todas las estructuras de poder y dominio, pone en duda todas las mentiras transmitidas como verdades y pone en valor todas las verdades existentes tras los bulos y falsedades, pone en valor el amor frente al odio, la compasión frente a la indiferencia, la igualdad frente a la injusticia, la solidaridad del bien comùn frente al individualismo. Pone en valor los cuidados hacia su persona y hacia quienes le rodean pero, por ello mismo, se cuida de los lobos con piel de oveja en forma de corporaciones poderosas que manejan los hilos de la salud, el bienestar físico y mental, la moral, la seguridad que es falaz sobre la libertad como bien supremo. Cíclicamente aparecen, desaparecen y reaparecen situaciones provocadas para someter al individuo pero de forma colectiva. Es como si un hechicero tuviera bajo su embrujo a toda la tribu. Ese hechicero tiene hoy mil caras siendo una de ellas, poderosa, la de medios de comunicación que fabrican noticias, encuestas, para dirigir la vida de la gente porque están al servicio de quienes les pagan no de la verdad.

La conciencia emergente pone en jaque al negocio de la guerra cuestionando la guerra misma, a las bebidas refrescantes que pagan sicarios no consumiéndolas... Pero esa conciencia emergente hay que aplastarla, eliminarla porque en el actual sistema todo es negocio, nada es personal cual proclama mafiosa. Una activista medioambiental eliminada, un sindicalista eliminado, no importa cómo ni quién ni cuándo ni cuánta gente porque lo que importa es el resultado final en mi balance de cuentas sin importarme los derechos humanos o la supervivencia del planeta. La conciencia emergente es un fantasma que, también, asusta al poderoso invisible que no se presenta a las elecciones y, de ahí, que reaccione con violencia. Pablo Neruda decía podrán cortar todas las flores pero no podrán detener la primavera. Y este puede ser el sentido trascendente del pensamiento colectivo, de la conciencia emergente global porque, no olvidemos, que cuando la economía se globalizó entonces tuvo que asumir los riesgos de estar creando una conciencia oponente que iría tomando forma a nivel global también. Está en la defensa del Planeta con todo lo que ello conlleva porque, quieran o no, Gaia es un ente vivo y como tal seguirá respondiendo a nuestros desmanes. Hemos transformado el clima y, con ello, al Planeta pero, también, la suerte kármica va a hacer que cambiemos quienes habitamos el mismo para bien o para mal. Están desapareciendo especies de fauna y flora, hielos del ártico y antártico, y aún así queremos ver oportunidad de negocio en ello pero no les quepa la menor duda que también desapareceremos y, por supuesto, el negocio también. El Planeta aún seguirá regenerándose y creando nueva vida pero, para entonces, quién dice que lo va a contar. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA VIDA ES UN TANGO

FOLLAR MÁS, JODER MENOS

CUANDO ALGO MUERE ALGO NACE