MÁS ALLÁ DE LA LÓGICA

 

Dicen que el ser humano es lógico, racional pero a mí, personalmente, se me escapa de la lógica que eso sea tan así de lógico. Solamente tenemos que revisar nuestros actos, palabras, sensaciones o percepciones -entre otras cuestiones- para comprobar si lo que digo es así o no. La terca realidad se nos muestra desde parámetros preestablecidos, disfrazados de lógica puesto que nos basamos en premisas matemáticas para aseverar tal cuestión. La lógica y la razón suelen ir de la mano pero me da que no son la misma cosa porque yo puedo establecer un pensamiento lógico sin tener razón y tener razón en un pensamiento llamado ilógico o irracional. Y es que el ser humano es poliédrico, multidimensional, conviviente en infinitos universos paralelos en los que vamos transitando sin ser consciente de ello. A veces podemos estar viendo algo que no nos parece lógico, que decimos no puede ser. O sintiendo, también, algo potente, una energía emergente que nos circunda, que penetra en nuestras entrañas, que nos da el vuelco y, entonces, usamos una lógica de la ilógica. Destruimos todos los conceptos o patrones aprendidos para adentrarnos en un mundo invisible pero que no lo es tanto cuando esas sensaciones cobran vida o lo que es igual toman forma, rostro, vivencias. Uno se pregunta o se dice esto lo he vivido yo, esto lo he visto ya antes. Puede que sí, puede que no porque puede ser que vayas a vivirlo o, extrañamente, que una energía haya conectado contigo. Esa energía y la tuya son parte de nuestra naturaleza,extraña pero ciertamente "ilógica", que escapa al puro raciocinio intelectual. Y aquí es donde chocan los mundos del ser humano. El de las ideas y el de la materia, lo visible y lo invisible, porque la vida, nuestra naturaleza, no es lineal, ni monolítica, sino poliédrica, multidimensional, que nos recuerda que no sabemos absolutamente nada de ella y, sin embargo, presumimos de querer entenderla. Así de soberbio se muestra el ser humano. La lógica debiera decirnos que no todo es entendible desde el intelecto pero, sin embargo, nos adentramos en querer conquistar lo no entendible. Razonamos lo irracional cuando esto último trasciende más allá de nuestra lógica, porque a la irracionalidad no se la debe combatir desde premisas academicistas, cartesianas, intelectuales sino dejar de combatirla para aceptarla como una premisa existencial más de nuestra naturaleza ante la que debemos rendirnos humildemente anonadados hablando con "ella", dejándola que nos trascienda despojándonos de nuestra capa de cebolla, de nuestras mentiras o medias verdades, de nuestros patrones de creencias, de dar por bueno siempre lo lógico porque, de lo contrario, eres anatema social. Moverse en el mundo de la simple razón, de la mera lógica intelectual, es -desde mi opinión- es hacerlo en un mundo pobre, constreñido, triste y vacío cuando desaparece esa misma lógica o relato intelectual construido sobre falsedades intencionadas o, cuanto menos, desde supuestas verdades no contrastadas que luego, con el tiempo, van destapándose que no eran tales. He aquí la teoría de la cebolla...Así, pues, para construir un mundo mejor tendremos que comenzar por desmontar nuestra pertenencia a este mundo lógico porque nuestro reino no es de él. Vivimos en un mundo al que no le pertenecemos, lo trascendemos pero tiene que ser desde la ilógica, desde lo irracional. Pero no vayamos a confundir irracional con sinrazón, con locura o demencia o situaciones de patologías mentales. Nada que ver pero la lógica intelectual, desde siempre, tendió a crucificar a quien osase trascenderla, desafiarla, poniendo en jaque sus creencias. Se crucifica al diferente, a la osadía, al coraje de vivir, a la verdad simplemente porque ella siempre nos hace libres. Si alguien establece una teoría y al pensamiento dominante (racional dice) no le cuadra, le incomoda, entonces se le convierte en un proscrito social, pasa al ostracismo cuando no a la persecución descarnada hasta su desaparición que, a veces, puede llegar a ser física. Este es el poder real aquí que cree que puede hacer desaparecer un pensamiento cuando éste es noble aunque desafiante haciendo, incluso, desaparecer a las personas. Pero el pensamiento permanece en el tiempo, se propaga como el polvo con el viento y hoy puede estar aquí y mañana más allá, pero está.

La vida me está enseñando, como verdadera maestra, que hasta el uso de la lógica en ocasiones no es el más adecuado porque necesita de trascendencia, de abrirte en canal y comunicarte con las energías circundantes del Universo, de dejar fluir la tuya en tu vida cotidiana. Tus pensamientos nobles -con independencia del que sea- generan un campo de atracción que no ves pero hay gente que lo va a sentir, incluso gente que tú no conocías, que nunca te habían presentado, pero que un día sientes (irracionalmente) que su energía y la tuya están en comunicación, que aparece en tu vida y toma forma, y entonces dices esto no me puede estar pasando a mí. Entonces caes en la cuenta que tu lógica no sirve...