PENSAMIENTO CRÍTICO

 

Cualquier educación que se precie de transformadora, de ser capaz de incidir en un verdadero desarrollo personal integral del individuo y, por ende, de la sociedad debe ser una educación para pensar y pensar para repensar la vida, para derrocar los viejos paradigmas bajo los que nos han intentado educar sobre todo la derecha política y, concretamente, el fascismo. 

La derechona, en general y en cualquier latitud, representa el modo de pensar de las élites que le venden su producto a la gran masa consumidora compulsiva utilizando, para ello, los supermercados de las mentiras que son los medios de comunicación y, por extensión, las redes sociales. La derechona tiene miedo a que la gente piense por sí misma, miedo a la propia autonomía de acción, miedo a la verdad y de ahí que todo su intento sea secuestrarla, olvidarla, enterrarla o perseguirla, incluso, a sangre y fuego. Te venden la idea del adoctrinamiento para que la gente de la pública no reciba una enseñanza de calidad, contrastada con datos, empírica pero, a la vez, crítica con ese empirismo que, en ocasiones, impide más avances. Te venden la idea, día y noche a través de sus medios de manipulación, que en Cataluña no se puede hablar catalán, en Euskadi no se puede hablar euskera, que lo de la inmersión lingüística es adoctrinamiento (menudos gilipollas), que el español se va a perder si seguimos dando cuerda a la plurinacionalidad de lenguas en nuestro territorio incluidas formas dialécticas como el andaluz, el bable, el chapurriat... Tan solo pongo ejemplos de cuál es la orientación de la derechona de este país en su concepto de pensamiento crítico. O sea, tú tienes que hablar como yo quiera, pensar lo que yo pienso, actuar como te oriente y no saber más que aquello que a mí me interese que sepas. Nada de memoria democrática, nada de golpe de Estado que derrocó a la República legalmente constituida por elecciones, nada de hablar mal de un rey aunque sean un mangante y putero demostrado, nada de cantar rap con letras protestas o hacer un ejercicio de crítica teatral porque te clausuran la obra, te denuncian los imbéciles de abogados cristianos o esa cosa llamada Manos Limpias. O sea la extrema derecha, bajo la custodia y amparo del credo neoliberal, campando a sus anchas porque hay jueces, señorías togadas, que hacen política en lugar de impartir justicia. Que pueden decir auténticas barbaridades de descerebrados como el Presidente del TSJ de Castilla y León José Luis Concepción, alias "Conchito" poniendo en solfa la democracia porque hay partidos que no debieran existir siquiera. O sea partidos corruptos como PP sí, partidos que albergan a gente indeseable como Vox también pero a la gente que sufrió cárcel, persecución, aniquilación durante el franquismo no. O, simplemente, gente que impugnamos el sistema, el régimen nacido de un estercolero fascista al que llamamos Régimen del 78. Porque ya se sabe que si construyes donde un estercolero al final terminas oliendo a estiércol. Y eso es justo en el punto donde estamos en estos momentos donde se están destapando las tramas mafiosas para impedir que una organización política llegue al gobierno, cuyos protagonistas de esa trama tienen nombre y apellidos, cargos o responsabilidades sociales y políticas. Mafia en un entramado político-judicial-mediático-empresarial para alterar la orientación de un voto, para fomentar la abstención e impedir que esa gente vote en libertad pero, sobre todo, con conciencia. A esta gentuza de las tramas mafiosas para alterar la democracia les importa una mierda que crezca el fascismo porque lo necesita. Son los mismos que te venden sus productos mediáticos a través de formato papel o digital, de las ondas, donde hay toda una corte de palmeros alrededor del poder jaleando a quienes le pagan al final de mes una minuta por decir chorradas o, lo más grave, por mentir y manipular. Voy a pasar de dar muchos nombres en este post porque de lo que se trata es de darle dimensión a esta nueva etapa del blog en la que me voy a crecer como pensador crítico que siempre fui, desde que tenía escasos 20 años y un enorme compromiso social, compromiso con la verdad donde estuviera, compromiso con la justicia social, la solidaridad fuera cercana o lejana. 

Este blog da un salto hacia la realidad actual para ir desgranando, contraponiendo desde mi posición de ciudadano, el vertedero tóxico en el que vivimos, hacia el que nos empujan y, sobre todo, al que acudimos complacientemente muchas veces porque nos interesa. Y ahí tú eres cómplice de la basura mediática si la consumes y le das pábulo. Las responsabilidades las repartimos pero nadie está exento de ellas, para bien o mal. Si extiendes un bulo o una fake new a sabiendas, por odio, eres tan imbécil como quien la fabrica, y formas parte del problema. Esa gente mafiosa se vale de ti, de tu necedad o ignorancia, de tu falta de pensamiento crítico para convertirte en una pieza del engranaje, de usar y tirar. Eres una pieza de consumo compulsivo, sea lo que sea. Da igual que compres fascículos al kilo que ropa, da igual que compres noticias falsas. Te sientas a ver televisión y lo que te digan por ahí sienta cátedra, es poco menos que palabra de diosa te alabamos Ana Rosa... Este el gran problema, la falta de conciencia, de educación mediática, de capacidad de pensar y contrastar, de discernir lo verdadero de lo falso, porque somos masa y no crítica, somos nubes empujadas por el viento, cometas cuyos hilos no somos capaces de romper. Todo está en la base, en los cimientos sobre los que queremos levantar un modelo de sociedad u otro, y ahí es donde aparece tu sentido de la responsabilidad. Estás con tu gente o no en alma y cuerpo, porque tu gente son tu clase no la de quienes ostentan el poder económico o mediático. Cuidarnos va de esto también, de la intoxicación que se inyecta en unas neuronas que por muy numerosas que parezcan (100 mil millones, nada menos) igual se nos quedan cortas. Espero usar las mías, al menos, para seguir construyendo un pensamiento crítico. Es lo que siempre he estado haciendo