MUERTE DE UN PLANETA AZUL



La imagen de arriba es un sueño idílico de un océano sobre lo que habría que expresar "érase una vez un océano...", la imagen de abajo es una toma de Río Negro en Brasil también denominado Río Guainia que nace en Colombia adentrando su recorrido en la Amazonia Brasileña considerándose, inicialmente, como el río amazónico más caudaloso si bien su nombre de Río Negro nada tiene que ver con la imagen de plástico o con una alta contaminación en sus aguas sino que porta una alta concentración de materia orgánica y apenas minerales aunque, ciertamente, sus aguas pueden ser transparentes aunque, al parecer, el origen de ello está en los ecosistemas que recorre ya que éstos carecen de nutrientes consecuencia de una erosión intensiva durante períodos largos lo que, a mi entender, tiene que ver con la actividad humana fundamentalmente.
Efectuada la anterior presentación, para situarnos en el contexto, es hora que recordemos de una maldita vez -porque no nos quedan oportunidades- que hemos colapsado un planeta llamado tierra aunque, poéticamente, se le llama Planeta Azul quizá por lo que fue una vez de paraíso de aguas que reflejan los cielos despejados. Hemos sometido, y lo seguimos haciendo, a una agresión permanente desde que se alumbró la Primera Revolución Industrial durante la segunda mitad del S. XVIII. Eso que le llamamos progreso es lo que durante casi 300 años ha dilapidado los recursos del Planeta hasta ahogarlo y ha posibilitado, además, la acumulación de riqueza en pocas manos. O sea que en las manos del 1% de la población mundial ha estado y está la desaparición del Planeta con la actividad productiva depredadora (da igual la que sea) haciendo posible, además, que su riqueza haya estado basada en el expolio de recursos naturales de otros países, de continentes enteros como el caso de África. Acumulación de capital en esas manos generada por la plusvalía de la mano de obra estructurada en la explotación tanto de la persona como de sus recursos, entendiéndose persona tanto física como una entidad global llamado país. De esta forma, también, se fueron generando actividades paralelas como las del mercado de esclavos y se comenzaron a extender las guerras de colonización en diversos puntos del planeta siendo Europa el principal motor de todo. Fue en Europa donde nace la transformación productiva con la Primera Revolución Industrial y su afán colonial, expansionista, de tradición histórica, es lo que lleva posteriormente a países como Gran Bretaña, Francia, Bélgica, Italia, Holanda, España o Portugal entre los Siglos XVIII y mediados del S XX a mantener el estatus adquirido con anterioridad (Gran Bretaña, Francia, España, Portugal, Holanda) o los que se subieron al carro de la depredación colonial como Bélgica o Italia considerando, además, que Italia no fue nación hasta 1861. Esta introducción histórica es para situarnos en un  marco concreto en el que nuestro pasado ha sido impulsor de la explotación y la depredación de personas y recursos y que hemos de reconciliar ese pasado con el actual presente que difícilmente veo posible y, por tanto, aún menos el futuro que estamos trazando a nivel de supervivencia en este planeta. Y digo esto porque la gran hipocresía social europea es la que hace rendirse a los intereses, ahora, de otras potencias surgidas tras el declive de las anteriores especialmente hacia el imperialismo yanki o estadounidense mostrando una falta de autonomía o de capacidad de gestión que se torna en inoperancia. El ejemplo lo tenemos en la crisis derivada de la guerra Rusia-Ucrania en la cual el papel de la UE es atizar el conflicto enviando armas en lugar de mediar la paz para no alargar el conflicto que está causando estragos no solamente económicos sino, también, medioambientales en tanto que las medidas adoptadas por la deriva de la escasez de combustible (gas y petróleo ruso) no son más que un jodido parche. Un ejemplo impulsar el ahorro de 20 céntimos en litro de combustible para el automóvil no es apostar, precisamente, por las renovables hasta el punto, además, que las petroleras y gasistas así como las eléctricas son las principales causantes de la desviación en la inflación por sus escandalosos márgenes de beneficios. Por tanto si las medidas son parches de emergencia estamos olvidando lo importante y esencial que es la situación de emergencia climática a la que apenas se le presta un mínimo de atención provenga de las instituciones europeas y los gobiernos nacionales como, también, del nivel de conciencia de la ciudadanía que quiere seguir manteniendo el mismo nivel de vida poco sostenible. Vino la pandemia y hubo un parón de dos años (bendito parón para el planeta) pero ya estamos en la "normalidad" que significa, entre otras cosas, contaminar, depredar recursos naturales y escasos ya, expoliar, atizar conflictos ya que -en realidad- forma parte del ADN de la estrategia de poder o geoestrategia que a día se disputan EEUU, Rusia y China en sus respectivas áreas de influencia donde Europa pierde el tren del equilibrio y la autonomía una vez más para hacerle la genuflexión a los yankis. Y mientras hay un escenario bélico en Europa -otros ya son crónicos en otros continentes- desviamos nuestra atención de un planeta que agoniza y nos está enviando fuertes señales de respuesta de lo que está por venir. Una señal viene a través de enfermedades tipo Covid (infecciosas), otras son el fuego, movimiento sísmicos, fenómenos climáticos hasta ahora inusuales como oleadas de calor sucesivas, sequía prolongada, desertización galopante, lluvias torrenciales abruptas, olas de frío, ciclones tropicales, aumento de las temperaturas muy por encima de la media histórica, incremento del nivel del mar, calentamiento del mediterráneo que produce el efecto caldera... Todas estas señales, y algunas más, solo nos van a traer a refugiados climáticos que se mezclarán con los derivados de conflictos bélicos a consecuencia de la apropiación de recursos como el agua. O sea más pobreza, hambrunas, aumento de muertes por calor que ya se están manifestando, graves restricciones de agua en los países "civilizados", escasez de determinadas cosechas, disminución de la explotación agropecuaria. Esto no es un puto apocalipsis ni una distopía, es una jodida realidad que está y lo que viene si no somos capaces de revertir la situación. Hay muchas preguntas en el aire que a nivel personal debiéramos hacernos, mucho compromiso con el planeta con independencia de esta gente mal nacida rica, poderosa o al servicio de ella, cual lacayo, siendo una de ellas a qué estamos dispuestos a renunciar en beneficio del planeta. Prometo seguir escribiendo sobre nuestra relación con el mismo pero, también, intentar saldar deudas con este ser vivo llamado Gaia, Gea o Tierra que está en proceso de autorregulación aunque, para ello, tengamos que extinguirnos.

Comentarios

  1. huellazero
    Cuidar nuestro planeta es esencial. La Tierra nos brinda vida, recursos y belleza, y es responsabilidad de todos protegerla para las generaciones futuras. Juntos podemos marcar la diferencia y preservar su esplendor.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

LA VIDA ES UN TANGO

CUANDO ALGO MUERE ALGO NACE

FOLLAR MÁS, JODER MENOS