UNA MEDITACIÓN SOBRE LA ECUACIÓN DEL AMOR

Generalmente casi sin darnos cuenta usamos, en ocasiones, expresiones matemáticas (racionalidad) para expresar sentimientos (irracionalidad) y no deja de ser una aparente paradoja, incluso, que nos encontremos con formulaciones algo complejas sobre algo tan simple y misterioso a la vez como es el amor que en el presente caso se trataría de formulaciones sobre las relaciones de pareja. Hablamos demasiado, escribimos caudales de tinta, empleamos horas y horas pensando sobre el asunto queriendo explicar lo que, en realidad, debiera ser simplemente vivirlo. Un día me enteré que existían esas formulaciones y yo, en una meditación, comprendí que el concepto de amor se basa en la experiencia de lo único, de la individualidad preservada al servicio de un bien común. Entonces entendí que no debíamos alejarnos de la naturaleza sencilla de eso que llamamos amor (sin otras etiquetas) y que cuando dos se relacionaban bajo su paraguas podría haber química, mucha física (menos con el tiempo)...